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En este artículo, te proporcionaremos una receta fácil de seguir y consejos clave para preparar este emblemático plato regional que incluye alubias y una variedad de carnes. Remoja las alubias y prepara la carne la noche anterior para obtener los mejores resultados. Sigue leyendo para aprender a preparar la fabada perfecta en tu propia cocina. Y si vienes por Oviedo no te pierdas la fabada asturiana de Las Tablas del Campillín muy cerca del casco antiguo y en Vinoteo en la Ruta de los Vinos.

El Icónico Plato Asturiano: La fabada, un sabroso manjar regional

Cuando se trata de platos icónicos españoles, la fabada asturiana encabeza definitivamente la lista. Procedente de la exuberante región de Asturias, es un rico y sustancioso guiso de alubias que se ha disfrutado durante generaciones. Este plato tradicional y rústico ocupa un lugar especial en la cocina española, conocido por su rica combinación de sabores e ingredientes de alta calidad. La fabada es una verdadera comida reconfortante y a menudo se comparte como celebración de la unión con la familia y los amigos.

Una de las señas de identidad de la fabada es la cuidadosa selección de sus ingredientes. La estrella del plato es la faba asturiana, un tipo de alubia blanca grande de textura cremosa, cultivada en la región de Asturias. Las alubias suelen combinarse con una mezcla de chorizo de alta calidad, tocino ahumado o panceta y morcilla, conocidos colectivamente como «compango». Esta sabrosa e indulgente combinación de ingredientes es un factor clave en el exquisito sabor del plato.

Preparar una buena fabada es una labor de amor. El guiso suele cocinarse lentamente a fuego lento para que los sabores se fundan y las alubias queden maravillosamente tiernas. La cuidadosa atención a cada paso del proceso de cocción es lo que distingue a una gran fabada. Desde el remojo inicial de las judías hasta el condimento final, cada etapa es crucial para garantizar que el plato salga perfecto. El resultado final es un plato que no sólo es una delicia para el paladar, sino también una verdadera encarnación de la tradición culinaria española.

Ingredientes esenciales para hacer fabada

Para preparar una suntuosa olla de fabada, necesitarás un conjunto de ingredientes auténticos y de alta calidad. El componente clave, las fabes asturianas, o grandes alubias blancas asturianas, es la base de este plato. Estas alubias especiales se ponen en remojo para conseguir su cremosidad característica. El compango que las acompaña es una combinación de chorizo, morcilla y lacón, que confiere al guiso un sabor rico y ahumado. El uso de buen pimentón, azafrán y una sólida base de aromáticos como cebolla, ajo y laurel realza aún más el perfil de sabor general de la fabada.

Cuando se trata de auténtica cocina española, la calidad de los ingredientes es de suma importancia. Para la fabada, es esencial abastecerse de las mejores fabes asturianas y de chorizo, morcilla y otros elementos del compango cuidadosamente elaborados. La riqueza y autenticidad del plato están directamente relacionadas con el calibre de cada uno de los componentes, por lo que es crucial poner cuidado en su selección. Si das prioridad al uso de ingredientes genuinos y de primera calidad, podrás captar realmente la esencia de este emblemático plato español.

Pasos clave para cocinar al estilo tradicional

El proceso de preparación de una fabada asturiana tradicional es tan importante como la calidad de sus ingredientes. Cada paso está diseñado para sacar el máximo sabor y la textura más exquisita de los elementos, dando como resultado un guiso que es una verdadera delicia para saborear. Desde la preparación inicial hasta el montaje final, he aquí los pasos clave que te guiarán a través del proceso de cocción tradicional de este querido plato asturiano:

1. Remojo de les fabes y la panceta: La noche antes de que vayas a cocinar la fabada, remoja les fabes en agua fría. Al mismo tiempo, desala la panceta enjuagándola. Este proceso de remojo de les fabes y la panceta es esencial para que las fabes se rehidraten y el contenido de sal de la panceta se equilibre, sentando las bases para un sabor bien desarrollado en el guiso.

2. Cocer les fabes: Al día siguiente, empieza cociendo les fabes en una olla con agua fría. Es importante añadir les fabes al agua fría para asegurar una cocción uniforme. La adición de aromáticos como la cebolla, el ajo y un chorrito de aceite de oliva, junto con una hoja de laurel, infunde aún más sabor a les fabes. La cocción lenta y suave de les fabes es crucial para que alcancen una consistencia tierna al tiempo que desarrollan una textura cremosa.

3. Hervir las carnes: En una olla aparte, se hierven el chorizo, la morcilla y la panceta para crear un caldo rico y sabroso. Este proceso ayuda a eliminar el exceso de grasa y las impurezas, dando como resultado un caldo más refinado y claro. También cuece parcialmente las carnes, preparándolas para añadirlas a la fabada más adelante en el proceso de cocción.

4. Maridar los sabores: A medida que las fabes se acercan al final de su cocción, se añaden a la olla las carnes del compango, permitiendo que todos los componentes se fundan. Esta etapa es crucial, ya que permite que los sabores de las alubias y las carnes armonicen, dando como resultado un guiso con un sabor rico y de múltiples capas.

5. Sazonamiento final: Después de que la fabada haya hervido a fuego lento hasta alcanzar la perfección, es importante probar y ajustar el condimento según sea necesario. Esto puede implicar añadir una pizca de azafrán para dar color y aroma, así como asegurarse de que el guiso tiene el nivel adecuado de sal para realzar todos los sabores. Prestar atención a los detalles finales del condimento es lo que realmente eleva la fabada a un plato perfecto y armonioso.

Mojando les Fabes y el Lacón la Noche Antes

Uno de los pasos fundamentales en la preparación de una fabada tradicional es poner en remojo las fabes y el lacón la noche anterior. Este proceso es crucial para garantizar que las alubias se rehidraten, dando lugar a una textura cremosa y exquisita en el plato final. Al mismo tiempo, el remojo nocturno del lacón del cerdo ayuda a ablandar la carne y le permite impartir su rico sabor al guiso, preparando el escenario para una fabada realmente auténtica y deliciosa.

A medida que las alubias y el lacón se remojan, absorben gradualmente la humedad, haciendo que se hinchen y ablanden. Esto no sólo reduce el tiempo total de cocción, sino que también ayuda a que las alubias se cuezan más uniformemente, lo que da como resultado una textura aterciopelada y consistente en todo el guiso. Además, el proceso de remojar las alubias y la carne de cerdo con antelación permite un desarrollo más controlado y equilibrado de los sabores, garantizando que la fabada alcance todo su potencial en cuanto a sabor y textura.

Cocinar las alubias y la carne por separado: La separación de los procesos de cocción de las alubias y la carne permite tratar cada uno de los componentes de forma que se destaquen sus mejores cualidades. Cocer las alubias a fuego suave y constante garantiza que queden tiernas y cremosas sin perder su forma. Al mismo tiempo, hervir las carnes por sí solas no sólo elimina las impurezas y el exceso de grasa, sino que también permite que sus sabores se concentren más, lo que, a su vez, eleva el sabor general de la fabada.

Combinar las alubias y las carnes: Cuando las alubias y las carnes se combinan y se dejan cocer a fuego lento, los sabores empiezan a fundirse, creando un guiso rico, sabroso y profundamente satisfactorio. La fusión cuidadosa y gradual de estos elementos es lo que da como resultado una fabada rebosante de sabores complejos y con una textura lujosa y cremosa. Cada componente, tratado con la atención que se merece, se une armoniosamente para crear una experiencia gastronómica verdaderamente excepcional.

Consejos adicionales para perfeccionar tu fabada

1. Seleccionar les fabes adecuadas: Cuando elijas les fabes para tu fabada, busca alubias blancas, grandes y cremosas, de textura suave. La calidad de les fabes es primordial para conseguir la cremosidad y ternura características de una fabada bien hecha.

2. El arte de asustar les fabes: Asustar, la técnica de «asustar» les fabes, es un paso crucial en el proceso de cocción. Consiste en añadir rápidamente agua fría a les fabes mientras se cuecen, lo que ayuda a darles una sacudida e interrumpir la ebullición, contribuyendo en última instancia a una textura más cremosa en el plato final.

3. Abrazar la cocción lenta: La fabada es un plato que premia la paciencia. Dejar que el guiso cueza lenta y suavemente es clave para sacar todo el potencial de los sabores y conseguir una consistencia lujosamente suave y cremosa en la fabada.

4. Dejar reposar: Una vez que la fabada está totalmente cocinada, dejarla reposar un rato antes de servirla da a los sabores la oportunidad de armonizarse aún más, lo que resulta en un plato más cohesionado y rico en sabores.

5. Presentación y maridaje: Cuando sirvas fabada, ten en cuenta los acompañamientos tradicionales, como un chorrito de aceite de oliva virgen extra de alta calidad y una guarnición de pan crujiente. Este plato emblemático suele degustarse con un vaso de vino tinto robusto y atrevido, que complementa sus ricos y sabrosos sabores.

Si prestas atención a estos consejos y técnicas adicionales, podrás hacer que tu fabada pase de ser un delicioso guiso a una creación culinaria verdaderamente excepcional que impresionará y deleitará a todos los que tengan el placer de saborearla.

Conclusión

En conclusión, el plato tradicional de fabada asturiana es una comida deliciosa y abundante que puede prepararse fácilmente en casa con los ingredientes y pasos adecuados. Poniendo en remojo las alubias y desalando la carne la noche anterior, cocinando las alubias a fuego lento durante tres horas y añadiendo los ingredientes del compango al final, puedes crear un plato de fabada auténtico y sabroso. Además, nuestros consejos y trucos te garantizarán un resultado perfecto en todo momento. ¡No te pierdas este clásico y sabroso plato!

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